El rebrote de fiebre amarilla que se registra en Brasil y en Paraguay, y que esta semana afectó a un trabajador rural en Misiones, encuentra parte de su explicación en los cambios climáticos derivados del impacto ambiental producido por las represas y la deforestación, según explican médicos y especialistas consultados.
"En los últimos informes internacionales, hasta 2005 las zonas endémicas de fiebre amarilla no abarcan Misiones ni Paraguay. En el área endémica figuraban los países del norte de América del Sur e incluso Brasil. O sea que esto es nuevo para Misiones, quiere decir que se amplió el área endémica", subrayó Hugo Humada, médico misionero que viene proponiendo la necesidad de crear en esta zona del país el Instituto de Enfermedades Tropicales.
"En nuestra provincia vengo diciendo hace diez años que las represas son un factor de riesgo de las enfermedades tropicales. Estamos entre dos, la de Itaipú y la de Yacyretá. Esas dos represas producen riesgo", remarcó.
Otras provincias
Misiones no es un caso aislado. En los últimos años, las provincias de Chaco, Formosa y Corrientes comenzaron a evidenciar casos de paludismos, leishmaniasis, dengue y ahora fiebre amarilla, todas enfermedades transmitidas por insectos que habitan ambientes húmedos y microclimas tropicales.
Las causas de la aparición de estas afecciones, según Humada, son «el cambio climático que altera la ecología de las regiones». «Hay que considerar que el cambio climático, que aumentó la temperatura de la región, hace que proliferen tanto los reservorios, es decir, los animales, como el mosquito, en zonas donde antes no había», puntualizó.
El otro fenómeno que explicaría estas manifestaciones es la deforestación. La aparición de la enfermedad no es un fenómeno «natural», sino el resultado del daño ecológico ocasionado por la progresiva destrucción de los bosques y la expansión de la producción rural.
Monos portadores
El problema de este rebrote de fiebre amarilla se le atribuye a la deforestación del sur del Amazonas, donde los monos portadores se acercaron demasiado a poblaciones humanas. En el caso de Misiones, el subsecretario de Salud del Ministerio de Salud Pública, Carlos Báez, informó «que se ha confirmado en 90% que la aparición de monos muertos en el Parque Provincial Piñalito ha sido por causa de la fiebre amarilla».
Por eso, la Organización Mundial de la Salud recomienda la vacunación masiva, plan que desde hace varios años se viene implementando en las provincias argentinas de mayor riesgo. De hecho, la vacuna forma parte del cronograma obligatorio de vacunación en todo el país.
"En los últimos informes internacionales, hasta 2005 las zonas endémicas de fiebre amarilla no abarcan Misiones ni Paraguay. En el área endémica figuraban los países del norte de América del Sur e incluso Brasil. O sea que esto es nuevo para Misiones, quiere decir que se amplió el área endémica", subrayó Hugo Humada, médico misionero que viene proponiendo la necesidad de crear en esta zona del país el Instituto de Enfermedades Tropicales.
"En nuestra provincia vengo diciendo hace diez años que las represas son un factor de riesgo de las enfermedades tropicales. Estamos entre dos, la de Itaipú y la de Yacyretá. Esas dos represas producen riesgo", remarcó.
Otras provincias
Misiones no es un caso aislado. En los últimos años, las provincias de Chaco, Formosa y Corrientes comenzaron a evidenciar casos de paludismos, leishmaniasis, dengue y ahora fiebre amarilla, todas enfermedades transmitidas por insectos que habitan ambientes húmedos y microclimas tropicales.
Las causas de la aparición de estas afecciones, según Humada, son «el cambio climático que altera la ecología de las regiones». «Hay que considerar que el cambio climático, que aumentó la temperatura de la región, hace que proliferen tanto los reservorios, es decir, los animales, como el mosquito, en zonas donde antes no había», puntualizó.
El otro fenómeno que explicaría estas manifestaciones es la deforestación. La aparición de la enfermedad no es un fenómeno «natural», sino el resultado del daño ecológico ocasionado por la progresiva destrucción de los bosques y la expansión de la producción rural.
Monos portadores
El problema de este rebrote de fiebre amarilla se le atribuye a la deforestación del sur del Amazonas, donde los monos portadores se acercaron demasiado a poblaciones humanas. En el caso de Misiones, el subsecretario de Salud del Ministerio de Salud Pública, Carlos Báez, informó «que se ha confirmado en 90% que la aparición de monos muertos en el Parque Provincial Piñalito ha sido por causa de la fiebre amarilla».
Por eso, la Organización Mundial de la Salud recomienda la vacunación masiva, plan que desde hace varios años se viene implementando en las provincias argentinas de mayor riesgo. De hecho, la vacuna forma parte del cronograma obligatorio de vacunación en todo el país.
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