LA CONSERVACION DE NUESTROS PECES
Un recurso importante como fuente de proteínas para la población y como generador de ocupación a los rivereños siempre fueron los ejemplares de peces de nuestros ríos, los que actualmente estamos viendo que son cada vez más escasos; por lo tanto, es conveniente recapacitar sobre la forma en que están siendo explotados y, si es necesario hacer una mea culpa si las practicas que estamos empleando para capturarlos –ya sea en elementos o en cantidad- son las convenientes, o nos estamos excediendo, con el peligro de llegar a limites irreversibles, con el peligro de dejar nuestros cursos hídricos sin surubíes, dorados o pacúes, por citar nada mas las especies más cotizadas comercialmente. Las estadísticas nos dicen que es cada vez más escasas en el mercado les piezas de buen porte, predominando las de tamaño mediano, que hasta pueden considerarse juveniles, pues apenas han llegado a la mitad de su desarrollo normal. Este parámetro nos indica que la extracción se realiza sin la conciencia adecuada, sin pensar que, si estos ejemplares son devueltos al rio, pueden llegar a crecer y reproducirse, generando nuevos ejemplares. Pero aquí debe pensarse en el problema social emergente de la falta de ejemplares grandes, que ya son muy escasos, y aquel que depende económica y alimentariamente de lo que caiga en sus mallones y espineles, no puede estar desechando los pocos ejemplares que logre capturar en una jornada de pesca. Y los ejemplares grandes son raros, precisamente porque no se deja que los juveniles lleguen a la madurez. Es un círculo vicioso que de alguna forma debe ser roto y reconocemos que lograrlo será muy difícil, pero no imposible, y con una buena concientización creemos que podremos ayudar a recuperar ese importante recurso natural.
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