Laxantes. Efectos

Son de los medicamentos más vendidos, y prueba de ello es el creciente número de marcas que aparecen en el mercado y que se ofrecen lo mismo en farmacias que en supermercados y tiendas de productos naturistas.

Esta misma proliferación impide que se lleve un registro claro de cuántos laxantes se consumen anualmente, pero, en cualquier caso, los especialistas coinciden en que son más de los que necesitamos.

El gastroenterólogo Juan Francisco Miquel explica que como se trata de medicamentos que se venden en establecimientos de distintos tipos es muy difícil conocer con certeza el aumento en el consumo, pero sí se puede concluir que ha crecido, porque la gran oferta existente así lo está demostrando.

El problema es que todos los laxantes, incluidos los naturales, pueden tener efectos adversos si se usan en grandes cantidades y de manera prolongada.

Según el gastroenterólogo Eduardo Maiza, lo más recomendable es aumentar la ingesta de fibras naturales como el salvado de trigo o la avena. En segundo lugar sería la fibra sintética, que produce el mismo efecto de absorber agua.



Bolsa inmóvil

El resto de los laxantes son desaconsejados, agrega. Entre ellos, los denominados estimulantes, que irritan la mucosa del intestino, produciendo un aumento de los movimientos intestinales o peristalsis.

Entre las sustancias estimulantes contenidas en los productos están la cáscara sagrada y la fenolftaleína; esta última fue sacada del mercado en Estados Unidos por sus efectos adversos y porque produce una coloración negra en la mucosa del colon, explica el gastroenterólogo Juan Francisco Miquel.

Ambos especialistas coinciden en que, usados en forma permanente, los laxantes pueden llevar a un aumento del estreñimiento registrado y dejar el colon convertido en una bolsa inmóvil.

Además, los llamados osmóticos (como la lactulosa), que son aquellos que atrapan agua al interior del intestino, y los sulfactantes (vaselina y ácido recinoleico), que son los que se adosan a la pared de éste, producen, al igual que los irritantes, una menor absorción de agua, sales y minerales como calcio y potasio.

Dicha pérdida puede no ser tan significativa la mayoría de las veces, pero cuando la ingesta ha sido en cantidades excesivas o en forma reiterada puede acarrear riesgos más serios, precisa el doctor Maiza.



Cuidadito, cuidadito, cuidadito...



La importancia de tener en cuenta los peligros radica en que las sales minerales son las encargadas de regular la mayoría de los procesos biológicos, y que una baja importante de potasio puede, incluso, provocar un paro cardíaco, agrega.

En casos más leves, las consecuencias van desde una hipocalcemia (baja de calcio), hipomagnesemia (baja de magnesio) hasta debilidad muscular.

Son las mujeres quienes más consumen este tipo de productos, algunas veces con la falsa idea de que pueden ayudar a adelgazar.

No tiene ninguna utilidad en el tratamiento de la gordura porque la absorción de alimentos se produce antes de que éstos lleguen al colon, que es donde actúan los depurantes, sostiene Maiza Por otra parte, el estreñimiento tampoco obliga a recurrir a los medicamentos como primera opción.

Según especialista, se trata de un problema curable en la mayoría de los casos y que sólo requiere un cambio en los hábitos nutricionales y la inclusión de al menos tres porciones de fruta y verdura al día.